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5 cosas que le pasan a tu cuerpo cuando haces ganchillo
5 cosas que le pasan a tu cuerpo cuando haces ganchillo.
(Y no, no es solo relajarte en el sofá con una taza de té).

Desde el LIDO TESSILAND a tu feed: este artículo nace de uno de los contenidos más apreciados de nuestra sección de verano, entre un proyecto de punto bajo y una llamada a la acción desde la tumbona.
Spoiler: hacer ganchillo no es solo dulzura handmade. También es ciencia, postura y bienestar sutil. ¿Lista para descubrir qué le pasa realmente a tu cuerpo cuando tomas tu aguja de ganchillo?
1. Las manos se convierten en súper atletas

Olvídate del pijama y la calma chicha, tus dedos están haciendo gimnasia fina, silenciosa pero constante.
Los músculos del antebrazo se activan, los de las manos se contraen con gracia y precisión.
Estás construyendo, punto a punto, una resistencia muscular que ni el pilates para manos.
- Entrenas la coordinación.
- Fortaleces los dedos.
- Desarrollas una destreza casi quirúrgica.
Pero con mucho más estilo, obviamente.
2. El cerebro se enciende como un ovillo de ideas

¿Te ha pasado que entras en el flow y ya no escuchas el móvil?
Bingo. Tu cerebro se ha activado a nivel neuroquímico.
Estás entrenando la memoria, estimulando la concentración y mejorando los reflejos ojo-mano.
¿El resultado?
- Una actividad creativa que te mantiene lúcida, despierta, presente.
- Y sí, más inteligente de lo que crees.
3. El corazón se relaja. De verdad.

¿Ganchillo = relax?
Sí, pero no en el sentido pasivo de la palabra.
Los movimientos rítmicos y repetitivos del ganchillo reducen el cortisol (alias: la hormona del estrés) y aumentan la serotonina y la dopamina.
En práctica:
- Estrés 0 - Ganchillo 1
- Felicidad en circulación
- Corazón más lento, mente más ligera
Acabas de hacer terapia. Pero en formato granny.
4. Los músculos posturales se activan

No se nota, pero tu cuerpo está trabajando:
hombros, espalda, abdomen y sí, también los glúteos.
Todo se activa para mantener la postura mientras creas.
- Si te sientas bien, estás haciendo entrenamiento suave para la columna.
- Si te desplomas como una nube... prepárate para saludar a las cervicales con cariño (y con crema de árnica).
5. El cuerpo entra en modo “meditación activa”

No solo estás creando. Estás meditando con las manos.
El ritmo repetitivo, el silencio mental, la concentración en un gesto que conoces de memoria:
todo esto lleva a tu cuerpo y tu mente a un estado de relajación profunda, similar al mindfulness.
- Respiras mejor
- Piensas más lento
- Te escuchas más
¿El resultado?
- Un equilibrio que huele a lana, algodón y milagro cotidiano.
- Hacer ganchillo es como envolverte en una segunda piel.
- Una piel que no solo te viste... también te cuida, te contiene, te realinea.
No es un pasatiempo, no es solo un hobby.
Es una declaración diaria de amor hacia tu cuerpo y tu mente.
Rosaria Tessiland®
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