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Amarena, el cárdigan tejido a ganchillo con la técnica granny square.
Hay esas mañanas en las que el tiempo parece escaparse de las manos. Sales de casa a toda prisa, las llaves en una mano, el bolso en la otra, y luego —apenas cruzada la puerta de casa— te das cuenta de que falta algo. Un cárdigan, un blazer, ese detalle que sabe a protección y estilo. Yo soy de las que siempre se arrepiente demasiado tarde.
Así que lo decidí: esta vez no me iba a dejar sorprender desprevenida. Tomé ganchillo, hilos y un poco de fantasía, y me puse manos a la obra para realizar un cárdigan colorido, vibrante y absolutamente único.
¿El punto de partida? El crudo, el neutro por excelencia que combina con todo. Luego dejé entrar el color: el hilo Barnes Candy, con sus matices de rosa, fucsia, lila y violeta, al que añadí un toque de Barry rosa. Para dar movimiento y textura abracé el degradado con el Aretha Slim blanco, peludo y luminoso, y para terminar no podía faltar el detalle más deseado de la temporada: el Moby burdeos, porque sí, todas estamos un poco obsesionadas con este borgoña intenso que completa a la perfección el armario otoñal.
Procedimiento para realizar el cárdigan Amarena (granny square).
He realizado 23 cuadrados granny: simples pero potentísimos al transformarse juntos en una prenda de moda que sabe de artesanía y tendencia.
MATERIALES:
- 1 BARRY CRUDO
- 4 BARNES CANDY
- 1 BARRY ROSA
- 1 ARETHA SLIM BLANCO
- 8 MOBY BURDEOS
PROCEDIMIENTO:
Con el hilo Barry crudo.
Montar un anillo mágico, 2 cadenetas y luego 2 puntos altos.
2 cadenetas, 3 puntos altos, 2 cadenetas, 3 puntos altos, 2 cadenetas, 3 puntos altos.
Cerrar con 1 punto raso.
Con el hilo Barnes Candy
Añadir el hilo matizado mientras se cierra con el punto raso.
Trabajar 2 cadenetas, 2 puntos altos, luego 2 cadenetas de separación.
En las esquinas: 3 puntos altos, 2 cadenetas, 3 puntos altos.
Cerrar con punto raso.
Con el hilo Barry rosa
Cambio de color: 2 cadenetas y 2 puntos altos.
3 puntos altos en los espacios ya trabajados.
En las esquinas: 3 puntos altos, 2 cadenetas, 3 puntos altos.
Cerrar siempre con punto raso.
Con el Barnes Candy y el Aretha Slim blanco
Atención: el Aretha Slim debe trabajarse doble. Corté 20 m de hilo y lo utilicé así, obteniendo 2 cuadrados completos.
Proceder siempre con puntos altos alternados con 2 cadenetas en las esquinas.
Con el Moby burdeos
Dos vueltas completas por cada cuadrado.
Finalmente, una vuelta de borde a punto alto para uniformar todo el proyecto.
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Ensamblaje
Una vez terminados los 23 cuadrados, empecé a coserlos entre sí con 1 media vareta, siguiendo un esquema (que os adjunto en la foto) como guía para la disposición y las costuras.
Mangas
Una vez cosidos los cuadrados, trabajé la parte de las mangas con 1 vuelta a punto alto y 1 a punto bajo.
Cerré la parte que forma la manga con 1 punto raso hasta la esquina bajo la axila.
Aquí repetí el mismo procedimiento (punto alto y luego punto bajo) y cerré trabajando solo en las dos hebras externas con punto raso.
Borde
Dividí a la mitad la parte del cuello/nuca y monté 2 cadenetas.
En todo el cuadrado trabajé punto alto, luego pasé a media vareta en la parte delantera (pecho).
Al llegar al final del cuadrado, monté 52 cadenetas: al volver, trabajé media vareta hasta reunirme de nuevo.
Repetí lo mismo en el otro lado, creando así dos ojales para el lazo.
Continué a media vareta hasta el borde posterior.
Acabados
Aguja lanera y tijeras en mano: acomodé los hilos sobrantes de las costuras y, como por arte de magia, el cárdigan estaba listo.
Lo bonito del ganchillo es que nunca es solo técnica: es tiempo que nos concedemos, es la posibilidad de transformar una necesidad cotidiana (ese “quizás necesitaba un cárdigan”) en un gesto creativo.
Este cárdigan nació así: de una carrera matutina y de una falta repentina, se transformó en una prenda que cuenta colores, texturas y un poco de obsesión por el burdeos. Un cárdigan que no es solo una prenda para vestir, sino un pedazo de vida cosido junto con 23 cuadrados granny.
Y quizás este sea precisamente el sentido del handmade: llevar consigo una historia, punto tras punto.
Rosaria Tessiland®
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